miércoles, 19 de noviembre de 2014

Primera Entrega



En mi Obra, la figura humana o animal ocupa un lugar relievante, y yo diría que es la base compositiva de las variadas temáticas en que ella participa; es el medio interpretativo que cobra vida propia dentro de mi mundo creativo colmado de fabulas y mitos, donde se encuentran sólidamente arraigados, y profundos síntomas de problemática social.

El esquema estilístico estructural de la Obra, se caracteriza por la obvia convergencia de la composición hacia la figura dentro de acciones grupales, en una interacción dinámica que propicia una vigorosa movilidad y transparencia, eludiendo en algunos casos, la delimitación de las partes. En otros casos, la mayoría de ellos, existe muy manifiesta la acentuación de la línea a manera de siluetas, como detalle de ejecución en el cual, la dimensión espacial entre las diferentes zonas coloristicas adyacentes, se crea como un juego de planos que les imprime profundidad a las figuras,  según su alejamiento o cercanía, como propuesta personal de perspectiva.

Puede decirse que aun cuando las figuras se presentan articuladas entre sí con gran precisión, formando activos nudos humanos, las fusiones transparentes se interpenetran mutuamente en busca de de una equilibrada orientación espacial. Es indudable que existe una clara distribución del volumen interior, un ordenamiento central muy espontaneo donde los ejes diagonales  no son delineados explícitamente, y a pesar de carecer de un sistema básico de líneas que demarque la individualidad de cada personaje, el conjunto de la composición, sus trazos, integración y balance dé lugar a una obra y superficie de notorio acabado con una madurez y valor muy consistente y ritmo permanente.

De esta forma se  va  creando una  atmosfera de profunda dimensionalidad, en  donde la ausencia de perspectiva propiamente dicha, el juego  versátil de luces y sombras,  la Yuxtaposición de formas y colores, imprime un dinamismo muy particular a las figuras transmitiéndole variedad y energía al espacio interior, dando como producto final una Obra de Arte de gran coherencia estilística, contenido perceptual y rotundos efectos cromáticos.

El objetivo y propuesta de color dentro de la ejecución técnica, es logrado a través de la mezcla armónica y la versatilidad de tonalidades donde los agresivos contrastes se enfocan hacia el punto de convertir la interacción del color en asunto primordial de la Obra. Dibujo, sombreado, luminosidad, texturas y fuertes valores de contraste, dejan ver la sensibilidad estética con que se van enlazando técnica y temática, hasta formar un todo.

Los colores se presentan en un flujo continuo, constantemente relacionados con sus cambiantes colores relacionados con sus cambiantes colores adyacentes, y sus condiciones variables. La gama es infinita y los tonos parecen resonar por la lozanía y alegres combinaciones, que van llenando la superficie pintada. Se destaca la pincelada y los trazos enérgicos, las suaves redondeces que se van transparentando para crear su dimensión en el tiempo y escapar casi sutilmente hacia el impalpable espacio exterior no cautivo en las medidas del cuadro, plasmando en vividos colores la imagen del movimiento en el instante mismo de su detención, el momento estático de continuidad conceptual, en que se involucra el espectador y el artista.

Haciendo referencia a la temática que he venido trabajando en los últimos tiempos, la presencia del animal ha marcado con propiedad su innegable fusión onírica con el Hombre.

Alguien comentaba que “en las artes de nuestro siglo uno de los hechos portentosos que estaban sucediendo, era precisamente la liberación de los monstruos que han venido plagando los estudios de muchos pintores y escultores”. Yo más bien diría que “los artistas hemos franqueado la puerta a la Mitología de todas las civilizaciones primigenias, en donde el animal o el monstruo, transmite una imagen fiel que refleja un inconsciente supuestamente irracional., el cual brota intempestiva mente de cada ser humano de acuerdo a sus  circunstancias y condicionamientos culturales”.

Además no sobra mencionar que a nuestra sensibilidad artística no le pasan desapercibidos los conflictos de la vida moderna, siendo sometidos también al desorden, la violencia y agresividad que perturba y traumatiza la comunicación natural, aflorando así en la Obra de Arte la lucha por la supervivencia, por el deseo de trascender, originándose el artista de reacción, quien potencialmente irritado por la amplia variedad  de sensaciones y de sugestiones visuales de todas partes, entra a imprimir su huella de descontento en su exacerbada simbología como antídoto contra la insinceridad emocional que padece la sociedad.

Para concluir esta presentación, quiero enfatizar que el Polidimensionismo es mi estilo pictórico personal, logrado después de muchos años de trabajo e investigación y que estoy plenamente convencido que con el tiempo, el Polidimensionismo por su autenticidad   latinoamericana y riqueza expresiva, sentará un precedente importantísimo dentro de la plástica universal.

HORACIO GOMEZ ORDUZ
Exposición “Polidimensión Onírica”.
Casa de la Cultura de Cúcuta

Cúcuta, mayo 20 de l.987


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